Se puede trabajar con dolor de espalda

¿Se puede trabajar con dolor de espalda? Ejercicios y consejos de prevención

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Los dolores musculares y articulares son una verdadera pesadilla en el trabajo, ya que afectan la concentración y la productividad. Cuando la molestia se agudiza o se vuelve crónica, se dificulta realizar las tareas laborales con normalidad. El dolor de espalda es uno de esos malestares que no pueden quitarse de la cabeza y que disminuyen el bienestar psicofísico notablemente. Entonoces, ¿se puede trabajar con dolor de espalda?

Conocer las causas del dolor de espalda es un buen modo de evitar este tipo de sufrimiento. La difusión de información sobre cómo prevenir el dolor de espalda trabajo ayudará a los trabajadores a minimizar sus consecuencias. Las buenas prácticas para realizar esfuerzos y los ejercicios de estiramiento contribuirán a eliminar el dolor de espalda por completo. 

Desde Más Protección Laboral, te enseñamos cómo se originan los dolores de espalda. Descubre los mejores consejos para cuidar la espalda en el trabajo, y evita malestares. ¡Sigue leyendo!

Causes del dolor de espalda

Los dolores de espalda pueden ser ocasionados por diferentes razones. Reconocer los malos movimientos, las posturas o las actividades que generan y alimentan el malestar es el mejor modo de combatirlo para que deje de expandirse y afecte el día a día de los trabajadores. 

Levantar peso

Los sobreesfuerzos físicos son la primera causa de accidente de trabajo con baja. Por eso, es fundamental seguir los consejos para evitar dolores derivados de la manipulación de cargas. Los trabajadores más afectados por el levantamiento de peso son aquellos de las industrias extractivas, manufactureras, de suministro de agua, de construcción y de transporte.

Trabajar de pie

La duración del mantenimiento de una misma postura es otra de las causas del dolor de espalda. Estar de pie, permanecer sentado o sostener una postura fija durante ocho horas seguidas es muy perjudicial para el cuerpo, ya que los músculos se contracturan con mayor facilidad. 

Debilidad muscular

El entrenamiento de los diferentes grupos musculares es imprescindible para evitar lesiones y dolores, sobre todo en el espacio de trabajo. Ya que la debilidad muscular es uno de los factores que originan y contribuyen a la aparición del dolor de espalda. 

Sobrepeso

Los malos hábitos de salud son un factor de riesgo en el ámbito laboral. Una alimentación deficiente en nutrientes debilita los huesos y aumenta la posibilidad de sufrir lesiones. Mientras que comer en exceso implica mayor peso. El sobrepeso dificulta la manipulación de objetos pesados y afecta tanto a las rodillas como a la espalda. 

El dolor de espalda alta

Los trabajadores de diferentes sectores e industrias suelen presentar trastornos musculoesqueléticos (TME), tanto por un exceso de esfuerzo físico como por mantener la misma postura durante un tiempo prolongado. El síndrome cervical por tensión es el trastorno que afecta con mayor frecuencia la parte alta de la espalda. 

En este caso, el dolor se origina por una contractura muscular en la región cervical posterior. Al comprimir los vasos sanguíneos, se ve afectada la irrigación contribuyendo al aumento de la contractura en el trapecio y el elevador de la escápula principalmente. 

El síndrome cervical por tensión puede aparecer tras una sobrecarga muscular o una postura forzada de cuello sostenida durante demasiado tiempo. Aunque, en algunos casos, el trastorno puede ser un síntoma de otras enfermedades como hernias, artrosis o protusiones discales. 

Al inicio, el síndrome se presenta como un dolor agudo acompañado de contracturas y una notable disminución de la movilidad. Es frecuente la aparición de dolores de cabeza, la sensación de presión en la nuca y la extensión de la contractura hacia los hombros. Afortunadamente, el reposo, la aplicación de hielo en la zona y la rehabilitación por fisioterapia contribuyen a la reducción de los dolores de este TME.

Dolor de espalda baja

Los dolores en la zona baja de la espalda se presentan con frecuencia por consecuencia de la actividad realizada o de las condiciones del ámbito de trabajo. En este caso, la lumbalgia es el TME más común para los trabajadores de los distintos sectores laborales. 

La lumbalgia es un dolor que se siente en la parte inferior de la espalda, es decir, en la zona lumbar por una contractura de los músculos que interrumpe la correcta irrigación sanguínea. Esta parte suele soportar tanto el peso del cuerpo como de las cargas. Por eso, se ve afectada con mayor frecuencia. 

Este tipo de trastorno se puede presentar durante los trabajos repetitivos, el levantamiento de peso, la manipulación de cargas, los movimientos forzados con el tronco en rotación, el mantenimiento de una misma postura, las condiciones ambientales adversas y la exposición a la vibración de vehículos o máquinas.

Lamentablemente, la lumbalgia es un TME que puede volverse crónico. Por eso, la capacitación de la plantilla sobre las estrategias de disminución de riesgos y las medidas de prevención de lesiones es primordial en este caso. 

Ejercicios porque no se puede trabajar con dolor de espalda

Cuando el dolor de espalda se hace presente, es probable que la persona diagnosticada busque aliviar los síntomas a toda costa. Sin embargo, es fundamental considerar el nivel de dolor y el grado de la lesión antes de proceder. 

Si el paciente se encuentra en una fase aguda, deberá ponerse calor seco en la zona dolorida y realizar movilizaciones suaves. En este caso, es probable que el médico recete analgésicos, antiinflamatorios o relajantes musculares para disminuir tanto las molestias como la inflamación local. 

Mientras que cuando el dolor se haya vuelto crónico, se aconseja el reposo, la puesta en práctica de posturas correctas y algunas sesiones de fisioterapia con ultrasonido y estimulación. En estos casos, el paciente notará una gran mejora si prueba los ejercicios de estabilización lumbar y las técnicas de relajación para aliviar la contractura de la zona alta. 

  • Estiramiento de la rodilla al pecho

Este ejercicio se realiza en posición horizontal sobre una esterilla en suelo firme. Ponte boca arriba con los pies sobre el suelo y las rodillas flexionadas. Lleva una rodilla al pecho y sostén con las manos. Inhala y exhala en esa posición durante diez segundos. Vuelve a la posición inicial y repite con la pierna opuesta. 

  • Estiramiento del gato

Ponte en posición de mesa con las manos y las rodillas sobre el suelo. En la posición inicial, la espalda debe estar neutra. Ahora arquea levemente la espalda intentando llevar el abdomen hacia arriba. No debes mover las extremidades. El objetivo es movilizar la columna sin sobreexigir. Ahora vuelve a la posición neutral, toma aire y, al exhalar, deja caer la espalda con el abdomen hacia el suelo. Si estás dolorido o tienes una operación de columna, evita la segunda parte ya que quebrar la columna puede ser contraproducente para ti. 

  • Elongación de flexión lateral para la parte alta 

El ejercicio busca estirar la parte alta de la espalda, en concreto, el cuello y los hombros. Siéntate con la espalda recta y los hombros relajados. Con suavidad, inclina el cuello. Intenta llevar la oreja hacia el hombro. Inhala en la posición y, al exhalar, imagina que el hombro se estira levemente hacia el suelo para aumentar la elongación. Mantén el estiramiento por diez segundos, vuelve a la posición inicial y cambia de lado.

¡Atención! Consulta con un médico especialista antes de realizar estos ejercicios y para establecer si se puede trabajar con dolor de espalda.

15 simples consejos para evitar los dolores de espalda en el trabajo

En España, el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo recomienda una serie de medidas de prevención para el dolor de espalda que contribuyen a minimizar las molestias, las lesiones y el agotamiento físico con el fin de que se pueda trabajar con dolor de espalda.

  1. No mantener la misma postura por un tiempo prolongado. Caminar y hacer estiramientos idealmente una vez por hora.
  2. Mantener la espalda recta al realizar esfuerzos. 
  3. No flexionar la columna con las piernas rectas.
  4. Colocar los pies separados a la altura de hombros, o más que el ancho de hombros en el caso de tener que recoger objetos del suelo.
  5. Utilizar apoyos para hacer menos fuerza.
  6. Balancear el cuerpo y utilizar el método de contrapesos.
  7. Llevar la carga cerca del cuerpo.
  8. Hacer presas consistentes entre varias personas en el caso de movilización o traslado de personas enfermas, sobre todo si pesan más de 50 kilos.
  9. Usar los medios mecánicos disponibles como máquinas, grúas y deslizadores.
  10. Respetar los principios de mecánica corporal, siempre que sea posible. 
  11. Controlar el peso. 
  12. Evitar los movimientos de torsión que pueden contracturar y lesionar la espalda. 
  13. No levantar objetos por encima de los hombros.
  14. Hacer deporte para mantener fuertes los grupos musculares del tronco medio.
  15. Usar un calzado ergonómico con suela acolchada y horma ancha que reduzca el cansancio del pie y mejore la relajación del mismo. 

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